lunes, 5 de octubre de 2015

MI GRAN DESCUBRIMIENTO: EL KITABU

Aunque parezca que mi faceta de madre haya eclipsado a todas las demás no es cierto... del todo. Creo que es compatible con mi otra gran pasión que es mi profesión, pienso que se complementan a la perfección,tengo la misma sensación que cuando descubrí mi vocación hacia la educación infantil y me empleé a fondo en ser una buena educadora, que me hace ser un poco mejor persona. 

Así que aunque ahora mi papel como mamá de Juno es bastante absorbente y me encanta estar 100% disponible para ella, no dejo de lado mis inquietudes formativas puesto que me ayudan a crecer personalmente y esto beneficia mi recién estrenado nuevo rol de madre.



ESCUELA DE VERANO
Este verano ya os informé de la 50 escuela de verano de Rosa Sensat, fue con esta asociación de maestros hace mucho años con quien hice mi primer curso, de la mano de Montserrat Fabrés sobre la experiencia Pikler-Lóczy, y desde entonces cada verano esperaba entusiasmada su programa para elegir entre la numerosa oferta de cursos. La escuela de verano es también punto de encuentro e intercambio, de descubrimiento, de reflexión, de transformación...

Esta edición ha sido diferente y especial para mí, por primera vez me ponía en el otro bando y lo hacía como parte del grupo de trabajo Reggio para contribuir en uno de los espacios de intercambio. ¿Es posible Reggio fuera de Reggio?

Presentar mi pequeña experiencia me hizo sentir ese granito de arena del que tanto hablamos cuando nos referimos a nuestra labor en las aulas, me di cuenta del largo camino que tengo por delante, a la vez que de la importancia de ir avanzando poco a poco pero con paso firme. Ser consciente de que mi realidad es única, como todas las realidades con sus contextos y sus familias y sus recursos y sus prejuicios y tantas tantas cosas que hacen diferente un lugar de otro, un momento de otro.

Reggio es una inspiración, no una etiqueta con la que poner nombre a un espacio, un material o una manera de ser maestra, fuera de Reggio seria totalmente incoherente. Por eso me da un poco de miedo la facilidad con la que algunos centros o propuestas se autoetiquetan, porque para ser coherente y auténtico opino que no se puede ser una copia de nada, ni del mejor proyecto educativo del mundo. Para mi Reggio sobretodo es una motivación.

MI GRAN DESCUBRIMIENTO
Este verano descubrí una nueva fuente de inspiración, me refiero a la escuela Kitabü (Ammersbek, cerca de Hamburgo) y a su directora, Marion Tielemann. La Marion era una de las invitadas a la escuela de verano de Rosa Sensat, un lujazo asistir a su curso. Yo no pude al estar volcada de lleno en el nuestro, así que conocí la escuela a través de las preciosas imágenes de esta colección de doce libritos que ilustran una manera de entender la educación y la infancia, y también del dvd que compré allí mismo.

Creo que ambas cosas se pueden comprar on-line y lo recomiendo!




Si queréis saber más sobre la experiencia educativa del Kitabü podéis rescatar la entrevista que David Altimir hizo para la revista Educar de 0 a 6 años nº 186 (2012) o visitar su web: kitabue.

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