lunes, 21 de marzo de 2016

NI PRINCESAS NI GUERRERAS

En la jornada Recreant una de las ponentes abordó el tema de como los medios visuales transmiten una idea de adolescencia, de amor, etc. poco real. Nos mostró unos cuantos spots publicitarios en los que aparecían gente guapa, súper-feliz, súper-correcta y todos los súper que se puedan imaginar. Y nos enseñó una de las obras de la artista Dina Goldstein de su colección Fallen Pincesses (echad un vistazo, vale la pena).


¿Siempre se cumple aquello de ...y comieron perdices?
¿Todas estas princesas preciosas tuvieron un final feliz al lado de su príncipe azul y en un mundo ideal?

Disney es como un carrito de helados delante de un colegio (¿aún hay de esto?), ¡es un atrapa niños! Con sus personajes idealizados, sus canciones rebosantes de buenas intenciones: amor, amistad, felicidad... Aunque Sabina le cantara a una Princesa un poco desmejorada, parece que la mega-empresa tiene el copyright de la palabra, y es que es oírla y pensar en Blancanieves, Cenicienta, Bella, Ariel... Se las han robado por completo a sus autores originales y las han convertido en icono de ese mundo ideal que solo existe en la pantalla.

Un mundo que, además, separa y diferencia claramente por géneros. Y se ceba especialmente con el género femenino, con una idea concreta de femenino, que (por suerte) muchas veces poco tiene que ver con la realidad; gran mérito teniendo en cuenta la gran presión que ejerce el modelo impuesto por la marca.

¿Qué nos pasa con las princesas
¿Por qué todos los personajes Disney o lo son o llegan a serlo? 

Ni princesas ni guerreras¿qué tal si hablamos de personas? Y las personas que tienen una vida real en este mundo pasan por las etapas feas de acné, pelo velcro, transición, estudian y no siempre con magníficos resultados, van a la compra, se aburren, tienen amigos imperfectos, como imperfectos somos todos, meten la pata, trabajan en todo tipo de empleos...

No vamos a negar que existen las princesas (y que son una minoría aplastante), cuando voy a cortarme el pelo a la peluquería las veo en las revistas, visten ropa cara, aparentan ser más correctas, más felices y más listas de lo que son... ahí me he colado, no pretenden ser más listas, no es importante, tienen un título y un estatus, qué más da lo demás. Y luego va Disney y les da una capita de rosa chicle brillante, las espolvorea con un poquito de purpurina, les estrecha la cinturita hasta que queda en un puño, las estiliza por aquí, las redondea por allá, melenón al canto y sonrisa profidén (¿o digo Vitaldent?, vaya con estos...). Parece un tutorial: cómo fabricar una princesa Disney, y acabo de descubrir que hasta eso han inventado, ¡son unos hachas estos de Disney!

Y a mí, que me pierde mi tendencia reflexiva, me preocupa la presencia que tiene en el mundo infantil. A parte de su indiscutible éxito cinematográfico, deben ser las películas más vistas en la infancia, no se queda ahí, que no es poco, por si alguien escapa de las garras de sus películas, esta mega-compañía le intentará atrapar con sus infinitos productos comerciales: ropa, juguetes, complementos, artículos de papelería, decoración... Llega a tal extremo, que todo cuanto toca un niño puede contener la marca Disney, desde una galleta hasta la colcha de su cama.

¿Solo a mí me preocupa esto? Bueno, tal vez sí, a mí y a cuatro raritos más... Toda esta iconografía está ofreciendo unos modelos, unos referentes, una manera de pensar: "quiero ser bonita para encontrar un príncipe que me salve y vivir en un palacio", y todo esto lo conseguiré "siendo sumisa, callada y gracias a un vestido la mar de ponible". Pero no te confundas, aunque la belleza está sobrevalorada en cada uno de sus personajes protagonistas, y en su merchandising, luego van y dicen que la belleza está en el interior en cuatro cancioncillas y todo arreglado!

No es por ponerme en plan crítico, pero tal vez no sea la mejor opción para ofrecer en escuelas, bibliotecas, centros culturales, etc. Luego ya en casa cada cual que haga lo que le venga en gana... Después nos extrañamos que todas las niñas quieran vestir como princesas y sea el disfraz más ansiado (¿os habéis fijado que ya entonces hay escasez de príncipes?). 

Esta reflexión daría para mucho mucho más. No puedo cambiar el mundo, las princesas Disney van a estar ahí, al acecho, durante toda la infancia de Juno, por eso tendré que ofrecerle otros referentes, para que no sean la única opción.


Para seguir reflexionando: 


viernes, 18 de marzo de 2016

COSAS QUE HE NECESITADO Y OTRAS QUE NO AL TENER UN BEBÉ

Esta mañana, organizando las cosas de Juno, me he acordado de cuando durante el embarazo preguntaba a otras mamás sobre las cosas imprescindibles que debía preparar, por aquello de que el nacimiento del bebé me pillase con lo necesario en casa. Entonces, cuando busqué por Internet, me encontré con listas demasiado largas, así que he pensado compartir aquellas cosas que realmente he necesitado y las que no, pero ya sabéis que cada embarazo es un mundo!

La canastilla
¿Aún se prepara? ¡A mí me sonaba a cosas del año del catapúm! Aunque siempre habrá quién te dirá que es muy muy importante preparar la dichosa canastilla, y perdonad que acabase de ella hasta el moño, pero es que yo no le veía la importancia... Y lo que más me fastidiaba era tener que comprar una especie de bolsa de viaje pastelosa solo para dos días de hospital. Y después las preguntas típicas: ¿pero aún no tienes la canastilla preparada? ¿ya sabes lo que tienes que llevar en la canastilla?

En fin, un despropósito, porqué si buscas canastillas de bebés lo que encuentras es mucho potingue que no necesitan. Llamadme despreocupada, pasota, lo qué queráis, pero, sinceramente, creo que un bebé necesita pocas cosas materiales y, eso sí, mucha dedicación, mucha implicación emocional. Y ya sé que todo lo mini hace mucha gracia y comprarías por puro capricho, ¡también es lícito darse el gustazo de comprar lo que te apetece si puedes y quieres!

Y volviendo a la canastilla, hasta en el hospital te regalan una (te la regalan las marcas que se promocionan al darte una muestra, buen marketing donde los haya). Y la lista que te dan en la clínica es como hacer la maleta para Semana Santa en la que todo es "por si...". Así que necesitar, necesitar, yo creo que poco. En nuestro caso, al ir directamente la UCIN, menos aún porque allí tenían de todo, voy a intentar recopilar lo que usamos:
  • Pañales
  • Esponjita
  • Jabón suave
  • Gasas
  • Alcohol de 70 (curas ombligo)
  • Body
  • Gorrito (2 días, así que uno y dejado es suficiente)
  • Muselinas (para tapar, principalmente)

Pañales
Aunque tengo los de tela (lo expliqué con detalle aquí), no los aconsejo para un recién nacido. El más pequeño a Juno le venía enorme, porque madre cabezona donde las haya, aunque no le podía ni abrochar el body y era obvia la desproporción, yo lo intenté!

Toallitas húmedas
Las compré a regañadientes, porqué estaban en la lista y negarme parecía una cuestión personal entre las toallitas y yo. Ni las he abierto. Con las toallitas lo tengo muy claro, no las uso porqué llevan muchos tóxicos, por conciencia ecológica y porqué hay alternativa (agua y jabón). Y por otro motivo, ahora hablo también como educadora infantil, se convierten en un vicio y se acaban usando para todo. TODO.

Cremas y potingues
Hay cientos o miles, ¡qué sé yo! Vas a la farmacia y ves crema para todas las partes del cuerpo, de todas las texturas... Así que me informé bien antes de comprar, y de las marcas que venden en los comercios de mi zona, opté por la Weleda. Hasta ahora solo he usado dos cosas: crema protección de pañal (aún tengo medio tubo o más) que uso solo cuando lo necesita y la leche de baño que se emulsiona y deja el agüita como el baño de Cleopatra. Y hace una semana compré la protección de 50, no miré antes de ir a la farmacia y compré la de la Roche Posay (no la recomiendo), lo hice por descarte entre las tres que me ofrecieron, pero vale la pena informarse un poco sobre los componentes de las cremas que tan alegremente extendemos sobre la piel de los niños (en esta web por ejemplo: medicina de familia en la red).

Utensilios varios
El termómetro no lo hemos estrenado, pero creo que es indispensable tener uno que funcione bien en casa. Las tijeras de punta redondeada las usamos muy a menudo, le crecen las uñas un poco y cuando te agarra ves las estrellas, por no hablar de los arañazos que se hace al frotarse los ojos.


Para el baño
La bañera que nos aconsejaron, y que realmente es genial, es la Stokke; con su adaptador para cuando aún no se mantiene sentado forrado de toalla. Una esponja natural y la leche de baño que os comentaba. Y en cuanto a las toallas, no hace falta que sean distintas a las que usa el resto de la familia, yo por ejemplo no soy de usar las que llevan gorrito. 



Más sobre higiene
Tissúes y muselinas para secar y limpiar. De muselinas tenemos bastantes, pero no fue fácil encontrar, ¡y mira que las tiendas de bebés tienen cosas innecesarias!, pues acabamos en El Corte Inglés, donde compramos una de las dos que nos enseñaron (solo dos, yo aún no me lo creo) y no nos convencían nada para lo caras que nos parecieron, así que al día siguiente las devolvimos. Luego, encontramos pequeñas y muy agradables al tacto en Zara Home, grandes y multiusos en La Rodona y otras muy originales que nos regalaron y no sé de donde son.



Ropa
Se les queda pequeña muy pronto y tampoco necesitas tanta como te dicen (y si no, se seca rápido). Personalmente, lo que más uso son los bodys de manga larga, leotardos y pantalones tipo chándal, veo que así va cómoda y se mueve con facilidad. Las camisetas tienden a arrugarse y no las veo tan prácticas, y los vestidos son puro capricho de los padres ;). 



Este invierno le han ido muy bien los monos enteros, esos que parecen pijamas (tal vez lo sean y yo les llamo mono-chándal...). Y ya que los mencionamos, de pijamas, mejor tener bastantes. Otro imprescindible del invierno, los calcetines gruesos, porque Juno no va a llevar zapatos hasta que ande, soy pro-niños descalzos. Y por último, pero no menos importante, los gorros: para contraatacar el frío y tapar orejitas y con visera para proteger del sol.

Baberos
Me volví loca haciendo baberos y luego para ponérselos muy rara vez... Pues ahora que ha empezado a comer sólidos, vamos a dos baberos por día!


Artilugios
Si ya me tenéis cogida la medida sabéis que no soy partidaria de hamaquitas (gandulitas), tronas, parques, gimnasios... (los andadores ya ni los menciono). Todo lo que limite la libertad de movimiento no tiene cabida para mí. De muy bebé, el moisés ha sido la alternativa perfecta, porque se puede mover bien dentro. Ahora que ya se le ha quedado muy justo y necesita más espacio, el rincón que le preparé (lo explico aquí) es perfecto: alfombra de bambú y alfombra de trapillo para un suelo confortable, y los días de más frío con una manta gruesa bien extendida encima (fue un regalo muy práctico, la llevo conmigo y en cualquier lado tienes una superficie para tumbarla).



Mantas
Y hablando de mantas, para llevar en el cochecito, para taparla cuando la coges, para taparla cuando se queda dormida en cualquier sitio... Tenemos dos de algodón que son más ligeras, una muy suave que abriga más y la súper-manta.



Juguetes
Al principio no te sirven de nada, así de tajante lo digo. Si tú no les ofreces algo ni se lo miran; su juguete eres tú, tus manos, tu cara, tu cuerpo... Y creo que jugar con gestos, caricias, besos y canciones es más rico mil veces que cualquier material perfecto. Pero un día empiezan a interesarse por las cosas y a jugar muchísimo, entonces sí es importante tener materiales adecuados. Nosotros tenemos una bolsita con tres cosas siempre listas para cuando salimos fuera y le sirven de entretenimiento en los viajes en coche que tanto detesta(ba), ahora parece que le está cogiendo el gustillo!!


Otros imprescindibles (o casi)
Mueble cambiador (el más sencillo de Ikea).
Cochecito con capazo (aunque dure solo unos 6 meses aprox. vale la pena).


Sillita coche (tenemos dos y es muy práctico).



Cosas que no pensaba utilizar y se han convertido en imprescindibles

El chupete
Aunque no era partidaria de usar chupete, en la UCIN le daban una tetina con gasa dentro cuando la querían consolar (y nosotros venga a esconder tetinas) hasta que pensamos que si consideraban que lo necesitaba... y le llevamos el chupete, el que regalaban con la canastilla del hospital. Ahora tenemos cuatro, para tener uno siempre de reserva en casa, otro en la bolsa que siempre está preparada para salir rápido, y los otros dos son los que llevamos en danza. Hay días en que solo tenemos localizado el de reserva.

El sacaleches y botecitos de vidrio
Me ofrecieron uno cuando estaba embarazada y dije que no, ¡¡qué no!! Ahora me parece impensable con lo que lo he llegado a usar. La leche materna requiere de unos cuidados y de mucha higiene, y siempre que sea posible conservarla en vidrio.

De sacaleches he usado el Swing de Medela y el que tienen en el hospital que es de dos extractores, los dos son fáciles de usar.

Cosas que pensábamos utilizar y aún no las hemos estrenado

Intercomunicador
Tenemos el Philips Avent, sin pantalla. Ahí está, supongo que cuando duerma sola lo usaremos...

Pañales de tela
Para de aquí pronto.

Sujetador lactancia
Me compré uno y no es especialmente el que mejor me va, cualquier sujetador cómodo me sirve. Y los discos, que son la salvación los primeros meses, después dejas de usarlos. Igual pasa con la crema antigrietas (Purelan 100 de Medela), con el tubito pequeño es más que suficiente.

Pañuelo de porteo
Lo hemos usado mucho menos de lo que pensaba, o soy yo que no tengo mucha maña en ponérmelo y prefiero llevarla en brazos con una mantita. En todo caso, sí lo utilizamos para hacer excursiones con ella en brazos.

Espero que alguien le sea de ayuda saber lo que a mí me ha funcionado y lo que no, al menos como orientación :)

miércoles, 16 de marzo de 2016

MINI-DELANTAL

Estos días me he dedicado especialmente a la costura y a terminar cosas pendientes. La pena es que con el frío que está haciendo he tenido que prescindir de la terracita y todo lo que eso conlleva: aire libre, sol, claridad, amplitud... Pero confío en que pronto vuelvan los días primaverales (hemos pasado de usar protección solar a llevar paraguas y abrigo). 

Con el buen tiempo empecé a preparar un espacio exterior para Juno, y ese proyecto también se ha quedado a medias. Pronto os enseñaré el kit de playa/piscina que he empezado a recopilar para la peque (y sí, he tenido que incluir plástico ;)).


Con el cesto de los tesoros bajo la sombra de una sombrilla en la terraza
Volviendo a la costura, el delantal azul ya lo ha estrenado su pequeña dueña y le queda perfecto! Ha sido un regalo bien merecido, por la cantidad de ropita que me han dado para Juno, me ha encantado corresponderle con una sorpresa.

Y el delantal naranja lo he acabado hace un rato, espero que pronto lo pueda ver su futura dueña y le guste tanto como a mí hacérselo.





Las telas y las cintas de bies los compré en una mercería que descubrí cerca de donde vivo y usé como modelo el primer delantal que hice, también para un regalo. 

lunes, 14 de marzo de 2016

UN VESTIDO PARA JUNO

Me hace mucha ilusión que veáis el primer vestido que le he cosido a Juno :)

Medio copiado de un vestido viejo y gracias a las manos de mi madre, que me ha cortado las piezas perfectamente y me ha dado todas las indicaciones que he necesitado. ¡No me voy a atribuir todo el mérito!

Elegir la tela, pensar el modelo, buscar algún detalle que lo convierta en una pieza única... Solo me falta verla con él puesto.


En violetas y rosas, y con un estampado muy retro: primer vestido acabado.


Colores marineros y pañuelo para la cabeza a juego (en proceso: aún falta acabar de coser y los detalles que van a poner el broche final).


Inspiración:
Para mí, descubrir el talento con la costura de Beth (ex-OT y Eurovisión, sí)
Su tienda on-line: LittleLia

http://www.kireei.com/littlelia-by-beth-en-kireei-7/
Os dejo, que quiero acabar mi segundo vestido!

domingo, 13 de marzo de 2016

EL COLOR CARNE

Últimas horas de domingo. Después de un fin de semana muy intenso a nivel formativo, abro la libreta y es como sentir de nuevo una explosión de vitaminas que me empapa entera. Juno ya se ha abandonado al sueño, y es verla en este estado de placidez y sentirme de inmediato relajada. 


Ahora, mientras escribo las últimas líneas por hoy, voy apagando esa chispa que me mantendría sentada frente al ordenador más rato del que debería, indagando más a fondo sobre el repertorio de artistas que el sábado nos presentaron en la jornada Recreant (Rosa Sensat / CaixaForum). Y ese es solo el principio...

Foto-regalo de Àngela Bosch (gràcies!)
Antes de que se apague del todo esa llamita que aún me tiene activa, necesitaba echar un vistazo a mis preciados apuntes. Para después dejarme llevar, yo también, por la sana costumbre de agotar las últimas horas del domingo con un binomio muy zen, el de sofá e infusión.

http://www.deia.com/2015/11/27/bizkaia/el-pantone-de-la-diversidad
Así que hoy solo voy a compartir una de las imágenes con la que me quedo de la jornada sobre arte: el inventario crómatico de Angélica Dass: Humanae (Work in progress).


Y os invito a visitar su página, es mucho más interesante que la leáis a ella directamente que no el resumen que yo pueda hacer.


¿En vuestro estuche también había un lápiz al que llamabais de color carne?

jueves, 10 de marzo de 2016

EMPEZAR A COMER

Ya sabéis que no soy de precipitarme y evito anticiparme en cosas para las que considero que Juno no está preparada del todo, lo hago porqué creo que es mejor para ella y porque tengo la confianza de que alcanzará los distintos hitos del desarrollo cuando esté lista, ni antes ni después. Mi lema es tomármelo con calma y disfrutar el momento.

Pues bien, ayer Juno se sentó a la mesa por primera vez con nosotros, fue justo cuando la vimos preparada para ello. En su caso, con seis meses y medio. Hasta ahora no lo habíamos hecho, pensábamos que si la sentábamos en nuestro regazo durante la comida sería para que ella participase, no para tener que estar diciéndole "no cojas esto o aquello", ¡y le ha gustado la experiencia!


Primera comida en familia

En cuanto a la alimentación, ya comenté que las papillas y los purés no me convencían. Si hago caso de "lo que toca", a los seis meses hubiese tenido que coger a Juno y darle papilla con una cuchara, pero mi instinto me decía que debía haber otra forma de alimentarla en la que ella fuese verdaderamente protagonista de este gran aprendizaje. Como estoy rodeada de familias, pude hablar con varias de ellas y dar con una persona que había hecho con su hija lo que yo pretendía hacer con Juno, y me ayudó mucho compartiendo conmigo la bibliografía necesaria para poder llevarlo a la práctica.

Da igual como se llame, pero le han puesto nombre: BLW o en castellano ACS (Aprender a comer solo). Lo que viene a ser comer en familia y conocer los alimentos por uno mismo. El libro que más me ha servido como referencia es:
RAPLEY, G. y MURKETT, T. (2012). El niño ya come solo Consiga que su bebé disfrute de la buena comida. Ediciones Medici: Madrid.
Aunque nada mejor que las explicaciones de alguien que lo ha vivido, su experiencia personal me ha ayudado más que cualquier otra cosa.

BLW o ACS ¿En qué consiste?
  • Los primeros sólidos que se introducen en la alimentación del bebé no substituyen a la leche materna (o preparada), la complementan.
  • La alimentación sólida empieza cuando da muestras de ser capaz de comer solo, y va avanzado a su propio ritmo.
  • Se sienta a la mesa con la familia y participa cuando está preparado.
  • El bebé toma la iniciativa durante todo el proceso y utiliza su instinto y sus habilidades.
  • Al tomar la iniciativa, aumenta su confianza y seguridad en sí mismo.
  • Come solo desde el principio, lo hace con las manos.
  • La comida se presenta en tamaño y formas fáciles de agarrar.
  • No importa si al principio consigue llevarse comida a la boca o no.
  • Decide cuánto quiere comer.
  • Se trata de que comer sea una experiencia agradable, que disfrute de la comida.
Nuevas texturas y sabores

En este caso: zanahoria hervida, pera y pavo
Falsas señales que pueden hacer que nos precipitemos al introducir sólidos:
  • Para que duerma toda la noche, porque se puede pensar que si se despierta de noche es por hambre (y si es así, mejor darle pecho o biberón)
  • Porque gana peso lentamente
  • Porque observa como comen los demás (puede ser solo curiosidad)
  • Porque hace sonidos con la lengua
  • Porque no se duerme inmediatamente después de la toma de leche
  • Porqué es un bebé pequeño en tamaño
  • Porque es un bebé grande en tamaño
Señales fiables:
  • Si se sienta solo o con poca ayuda
  • Si estira el brazo para agarrar objetos y llevárselos a la boca con rapidez y precisión
  • Si hace movimientos de masticación
  • Si él mismo, ante la oportunidad, se mete comida en la boca
¿Por qué a mí me gusta esta manera de aprender a comer?
  • Es natural, espontánea, familiar.
  • Conoce los alimentos por su forma, color textura, sabor, olor... (el puré unifica texturas, sabores, olores... lo mezcla todo).
  • De este modo pueden discriminar si algo no les gusta y no rechazar el conjunto.
  • Aprende a comer con seguridad porque antes de meterse algo en la boca lo explora.
  • Desplega todo su potencial: coordinación, masticación...
  • No hay que engañarle ni engatusarle para que coma.
  • Se le ofrecen alimentos que él prueba o no (activo), no se le dan (pasivo).
Primeras experiencias en la mesa
¿Cómo funciona?
  1. Se empieza ofreciendo sólidos.
  2. El primer mes es, básicamente, un aprendizaje, el fin no es la ingesta de comida.
  3. Se incluye al bebé en todas las comidas, siempre que no tenga hambre ni esté cansado.
  4. Se cuida que su posición sea erguida durante la comida.
  5. Se le presentan 3 o 4 alimentos distintos en forma de palitos (fácil de coger).
  6. Sobre la mesa (mantel o hule liso) o sobre un plato pesado y liso.


(Los dibujitos en los platos, manteles, etc. confunden el alimento y distraen).

Primeros sólidos
Básicamente: comida nutritiva, poco procesada y sin sal ni azúcar.

Verdura 
  • Cocida, al vapor o al horno (intentando que no esté muy blanda y se le deshaga en las manos)
  • Zanahoria, boniato, patata, brócoli, coliflor, nabo, judías verdes, berenjena, calabacín, calabaza...
  • Las verduras como el pepino, el apio, el aguacate, etc. se ofrecen en crudo
Fruta
  • Madura, porque es más fácil de morder y no se rompe en trozos
  • Dejando piel en gran parte de la fruta para que no les resbale
Carne
  • En tiras, picada, estofada...
  • Pollo, cerdo, cordero...
Carbohidratos
  • Arroz: bolas de arroz o un poco pasado para que lo puedan coger con los dedos
  • Pasta: sola o con salsa casera sin sal
  • Pan: poca cantidad por la sal
Salsas
  • Sobre los 9 meses
  • Que sean caseras
¡Al final acabaré resumiendo el libro! Yo me he anotado ideas de desayunos, comidas, tentempiés, etc. Y los puntos básicos de este método son muy lógicos, así que empezar ha sido sencillo. Lo más importante: para nosotros es un placer compartir mesa y comidas con Juno.

Si alguien lo ha probado con sus hijos me gustaría saber como ha sido su experiencia :)

sábado, 5 de marzo de 2016

TOLERANCIA AL DOLOR

Hace dos días que tengo migraña, rectifico, hace unas horas que ya no tengo migraña después de dos interminables días. Una sensación de dolor que no cesa, de cansancio esperando el alivio, que se hace bastante insoportable. Me pregunto por mi grado de tolerancia al dolor, porqué me anula hasta el punto de detenerse todo hasta que desaparece por fin.

Si hubiese tenido que trabajar, me hubiese duchado y vestido con la cabeza martilleándome en el lado izquierdo, hubiese intentado comer algo, aunque el estómago se contagia del malestar y se cierra en banda, hubiese cogido el coche, como otras veces, con esa sensación horrible de fotofobia que no me permite abrir los ojos sin un considerable esfuerzo, y hubiese pasado el día en la escuela intentado estar al 100%, deseando volver a casa para tumbarme a oscuras. Siempre lo he hecho así. 

Ahora con Juno me asusta un poco el dolor, por no poder atenderla bien, por no tener fuerzas para tirar de las dos. Pero hoy me he dado cuenta de que se sacan fuerzas de donde sea y no ha sido tan duro como se vislumbraba a primera hora de la mañana.


Creo que el dolor vino con el viento, coincidiendo en un día en que anunciaban un reportaje acerca de la sobremedicación. Si ya me cuesta tomar pastillas, esta vez con más motivo, me lo pensé mucho para tomarme un paracetamol, y más, porque sabía que no le iba a hacer ni cosquillas a mi migraña. Esa primera noche fue larga y agotadora. Y yo de noche pienso distinto, no necesariamente más negativo, a veces más surrealista, otras es como ver la luz y aclarar todos los pensamientos enmarañados a lo largo del día. En esta ocasión se unieron la noche y la migraña, y ser madre, y ser yo.

Noté como la información desbordante absorbida durante estos días, meses..., y mal asimilada, se descontrolaba en pensamientos entrecruzados, como el trailer de una película de acción que cuando te quieres dar cuenta te han colado un montón de escenas inconexas y acaban plantándote el título antes de que tu cerebro haya acabado de reaccionar. Solo que no se trataba de una película, aunque algo de ficción habría entre tanta realidad, ya no distingo la una de la otra. Imagino que llevo un saco en el que desordenados van entrando todos los estímulos, las sensaciones, los retales de historias, y llega un punto en el que el peso es angustioso. Entonces, trato de aclarar mis ideas, de desechar lo que me estorba, me hace pensar demasiado, me duele... pero es como ponerse a alinear agujas en un alfiletero.


Anoche me desperté mil veces, y lo primero que veía al abrir los ojos es la dulce carita de Juno respirando relajada a mi lado. Los bebés tienen el don de dormir y volverse todo dulzura. La miré y me vi huyendo de mi casa con lo puesto y ella en brazos. Pensé en sueños que me pondría las botas de montaña (la mente no deja de sorprenderme, ¿porqué pensé en las botas y no en un abrigo o una mochila?), entonces caí en que tengo dos y que las debería coger por si alguien las necesitaba, pero ¿cómo decidir a quién dárselas si son muchas las personas que las necesitan? ¿Cómo soportar tanto dolor ajeno y convivir con el propio?

Luego se pasa el dolor y se olvida, también se olvida el dolor de los demás aunque sigue existiendo.

Hace algunos días anoté algunas frases que quiero compartir de un pequeño libro en tamaño y páginas pero grande en contenido:

"Del suelo se levantan los árboles y las cosechas.
Del suelo se pueden levantar los hombres.
El sufrimiento no se acabó, pero tampoco se acabó la esperanza". 
José Saramago

"No hay utopía verdadera fuera de la tensión entre la denuncia de un presente que se hace cada vez más intolerable y el anuncio de un futuro por crear, por construir política, estética y éticamente entre todos, mujeres y hombres. La utopía implica esa denuncia y ese anuncio pero no permite que se agote la tensión entre ambos en torno a la producción del futuro antes anunciado y ahora un nuevo presente. La nueva experiencia de sueño se instaura en la misma medida en que la historia no se inmoviliza, no muere. Por el contrario, continúa".
(Freire, 2001, p.87)


Que cada cuál saque sus conclusiones.
¡Feliz fin de semana!

martes, 1 de marzo de 2016

INSTINTO PARENTAL

Creo en mi instinto maternal.

¿Cómo no voy a hacerlo, si cuando supe que algo iba mal me di cuenta de que esa pequeña personita que crecía dentro de mí se había convertido en lo más importante del mundo? ¿Cómo no creer, si en ese momento supe lo que es querer a alguien más que a la propia vida?


No es algo que diga a la ligera, no nací con él. De hecho, han tenido que transcurrir muchos años para que aflorase, antes parecía no existir en absoluto, hasta el punto de creer que jamás iba a tener hijos, por pura coherencia, porque para mí tener hijos significaba ineludiblemente desearlo al 100%. Cuando me preguntaban por mi falta de interés yo respondía: no tengo instinto maternal. Y así debía ser, o estaría dormido y al final despertó. Tampoco me queda claro cuanto hay de mito o realidad, ni me importa, sé lo que siento ahora mismo y ya es suficiente, no necesito corroboración científica. Ni creo que sea algo exclusivo de la mujer, viendo a Miguel y muchos padres, me queda claro que no es así, sería entonces más correcto hablar de instinto parental o familiar, tal vez...


Mi instinto maternal me ayuda a esquivar las lluvias de consejos, recomendaciones, sugerencias, advertencias, opiniones, indicaciones, pautas y bla bla bla. No voy a excusarme por ello; hago lo que quiero, lo que me apetece. ¿Sabéis porqué? Porque me hace feliz. Sin más. Ser feliz es lo mejor que puedo ofrecerle a Juno, ser feliz para que ella sea feliz.

Cuando tuvimos a Juno en casa, no empezamos a planificar, sino a sentir. Mucho antes de que naciese ya empecé a cuidar de ella cuidándome yo, cuando cada mañana me hacía el zumo de tres naranjas, cuando bebía tantísima agua, cuando evitaba los alimentos prohibidos, con las cinco comidas... era por ella. Podía no hacerlo, lo sé, muchas madres me decían que ellas no hacían mucho caso de las indicaciones de la comadrona, yo entonces pensé que haría todo lo que fuese bueno para ella si estaba en mi mano, y sigo en esa línea.

La primera noche tuvimos la necesidad de dormir con ella, le llaman colecho, nosotros no le pusimos nombre a lo que nos salió de dentro. Queríamos su contacto y darle el nuestro, no lo hicimos por motivos prácticos, más bien emocionales. Después lo valoras y ves que es muy práctico, y cuando se lo explicas a alguien parece que lo tengas que justificar por ese lado... Pues no, nada de justificaciones, ¡cómo si yo se las pidiera a alguien! 

Ante la pregunta: ¿y no te da miedo hacerle daño? No, ningún miedo. Somos tan conscientes de que ella está en la cama con nosotros, que nuestra mente y nuestros cuerpos la tienen presente, nos hemos adaptado al nuevo espacio disponible, a su tamaño, a su vulnerabilidad. Oír su respiración sosegada, tocar sus bracitos totalmente relajados, son la mejor prueba de ello. Hay que tener confianza en uno mismo, llámale instinto maternal o como quieras. ¡Estamos en la gloria! 


También me preguntaban si no me daba miedo que se acostumbrara a los brazos, por llevarla más en brazos que en el cochecito. Nada de miedos y de "por si...", al final con tantas preocupaciones se te olvida disfrutar el presente. El rincón de padres de la biblioteca está lleno de manuales, solo con leer los títulos se me quitan las ganas, "cómo hacer...", "reglas para...", "consejos para..." (que conste que no me refiero a ninguno en concreto, que nadie se sienta mal si su libro de cabecera empieza así por favor). Y están ahí, al alcance de cualquiera, son como una bomba de relojería.

Ahora Juno ya tiene seis meses y la pregunta estrella es sobre cuando le vamos a introducir alimentos. Para mí es tan sencillo como observarla, los calendarios no dejan de ser pautas orientativas, las curvas de crecimiento son parámetros estandarizados, en definitiva, son muy genéricos. ¿Cómo van a saber mejor que una madre/padre/cuidador que vive el día a día de un niño lo que necesita? Ya decidiremos cuando introducirle alimentos, hasta ahora, con solo lactancia materna, ha ido ganando peso regularmente, se sacia y está estupendamente. ¿Por qué anticiparnos entonces? 


Fue precisamente a raíz de estas preguntas y valorando que la lactancia la estamos viviendo muy positivamente, que decidí continuar con nuestra dinámica y que la leche materna siga siendo el alimento fundamental hasta que se incorpore a la escuela en septiembre. Fue instintivo, después me informé y encontré una manera de hacerlo con fundamento. En el descanso de una formación surgió el tema entre unas compañeras, les expliqué que quería seguir dándole pecho a Juno y que no me convencían nada las papillas de cereales ni los purés, por el simple hecho de que unificaban la textura de todos los alimentos y se tendía a una actitud pasiva por parte del niño. Entonces, una compañera me explicó su caso con su hija de dos años y me ofreció bibliografía y charlas para informarme, y eso hice, sin pretenderlo he encontrado una orientación, se llama Baby Led Weaning (BLW). Ya os explicaré con detalle.

No tengo ningún interés en nadar contracorriente, no me apunto a las nuevas tendencias, nada de eso, solo quiero hacer lo mejor para Juno y para nosotros. Y por eso creo en el instinto parental, porqué nadie la conoce mejor que nosotros, que ponemos todos nuestros sentidos en ello.

Por este motivo dejé de asistir pronto a las clases postparto, porqué coincidí con madres que tenían muchas dudas respecto a la lactancia, que estaban muy preocupadas por el peso, por las tomas, que habían optado por complementarla con suplementos, que necesitaban tener pautado cada paso, y vi que no era mi sitio. Aunque al principio fue mi salvación y creo que es buen lugar donde resolver dudas y problemas relacionados con la maternidad, todo precisa de un momento adecuado.


Sin pretenderlo mi instinto maternal me ha llevado a decantarme por la crianza natural, aunque yo no soy de poner etiquetas, solo de guiarme por el sentido común y confiar en mí misma.